El Ayuntamiento hace años que estudia implementar un servicio público de alquiler de bicicletas en la ciudad, similar al “Bicing” de Barcelona. Pero no acaba de decidirse, puesto que encuentra muchos obstáculos para garantizar la viabilidad. La regidora de Movilidad, Núria Aguilar, explica que el área de Vía Pública (aún no ha llegado a una conclusión sobre si este sería un servicio favorable o no”. El principal problema radica en la orografía compleja de una ciudad que, en líneas generales, es llana del Camino de la Giganta hacia el mar, y muy cuesta arriba del Parque Central hacia arriba. La bicicleta es el vehículo sostenible por antonomasia, pero un “bicing” en Mataró podría serlo poco, defienden desde el Ayuntamiento. Entienden que se utilizaría la bicicleta para bajar des de los barrios altos, mientras que nadie lo haría para el camino inverso. “Nos podemos encontrar cada día con coches transportando bicicletas para reponerlas en los puntos de alquiler”, explica Aguilar, que encuentra que esto rompería con la sostenibilidad implícita del sistema “bicing”.
Hay otro elemento que frena al gobierno. La ciudad aún no está preparada para acoger un gran volumen de tráfico de bicicletas. Mataró, por otra parte, tampoco es especialmente cómoda para los ciclistas. Tan sólo cuenta con 9 kilómetros de carril bici y en este 2010 no está previsto desarrollar ninguno nuevo.
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